Joyti, en la prueba de escritura / B. H. H. |
Parece que todas las características de Jyoti, además de la escritura, encajan con el perfil de nuestros alumnos: Su casa es una habitación muy humilde donde la pequeña, de cinco años y medio, vive con sus padres y hermanos. La vivienda está en una zona cercana a los ghats en Benarés, en un terreno donde hay construidas algunas chabolas, que también dan cobijo a otros niños y niñas de nuestro programa, como el pequeño Rohit. Jyoti es la mayor de tres hermanos; le sigue Vikash de dos años y Manish, de año y medio.
Así que Jyoti será una de las niñas que en febrero se incorporará al programa de clases preparatorias de Semilla. Si tras unos meses de prueba, su asistencia y progreso son buenos, pasará más tarde a ser escolarizada, una vez reciba el apoyo de un padrino o una madrina.
Soma, en la 2ª entrevista con la madre de Joyti. / B.H.H. |
Una vez que el equipo de Semilla evalúa a la familia, se les confirma si reúnen las características para formar parte del programa educativo y si es así, son los padres los que se acercan hasta el centro de Dashaswamedh para rellenar el formulario con todos los detalles de su situación: nivel de estudios, trabajo, número de miembros en la familia, dirección, fotografía de la familia y documentos de identificación. “Confían en nosotros. Si no lo hicieran no mandarían a sus hijos a nuestras clases, para ellos al principio somos unos desconocidos”, explica Soma tras recoger todos los datos de la familia de Jyoti. Y la sensación de que estás plantando una semilla es inmediata: “Enseñad a mi hija, por favor” se despide Manoj Sharma, su madre, con una amplia sonrisa. ¡Bienvenida a Semilla para el Cambio, Jyoti!
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