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miércoles, 23 de marzo de 2011

Color Esperanza

Happy Holi!

Os escribimos un día después del Festival de Holi, una de las fiestas más conocidas y sin lugar a dudas coloridas de la India. La fiesta de los colores por antonomasia, de la desaparición de las clases sociales, donde todo el mundo es libre de dejar hecho un cuadro a cualquiera que le pase por delante. Agua teñida de colores o colores en polvo directamente, hasta que no queda nadie por la calle que no vaya cubierto de pies a cabeza de tonos rojos, rosas, violetas, amarillos o verdes. Los niños se lo pasan en grande, y los padres si cabe aún más, aunque muchos de éstos con una sobredosis etílica de cuidado. Esta noche, la batalla campal en la zona del mercado de Varanasi ha sido épica, pero cada año lo es y que dure, porque se trata de una fiesta realmente única, como la misma India.

Caras nuevas

Nos presentamos… somos Sheila y Jordi, y hace cosa de dos meses que estamos trabajando con María en Semilla para el Cambio. Cuando llegamos aún pudimos coincidir una semana con Vanessa y Carolina, las anteriores voluntarias, a quienes les agradeceremos siempre que nos pusieran las cosas tan fáciles para empezar a trabajar desde ya ;-)

Por su lado, a María sólo la conocíamos por mails y conversaciones telefónicas, pero ya desde el primer día el entusiasmo por su proyecto nos contagió para decidirnos a venir a Varanasi. Cabe decir que si bien hacía tiempo que deseábamos establecernos en alguno de los países, que como India tanto nos habían dado y que tantas ganas teníamos de devolverles algo, no creíamos que llegásemos a tener nunca la oportunidad. Pero aquí estamos, ayudando en lo que podemos en consolidar lo que hace menos de un año era solo una ambiciosa idea, y que ahora mismo ya es una realidad.

Caminando con Semilla





Vanessa describió formidablemente en este mismo blog las sensaciones que te invaden la primera vez que pones los pies en los slums de recogedores de basura de Sigra, así como el cariño que te transmiten niños y familias, con lo no nos aventuraremos a repetirlo para hacerlo peor… Vamos a contaros en cambio qué hemos estado haciendo desde que llegamos, intentando poneros al día de hacia dónde camina Semilla.

Lo primero, estuvimos realizando un exhaustivo censo en las colonias de Sigra, donde finalmente tenemos registrados a todas y cada una de las familias que allí viven; nombres, edades, trabajos de los padres, trabajos de lo hijos, necesidades básicas por cubrir, etc. Con estos datos ya no se nos escapa ningún niño o niña que quieran sus padres escolarizar y que no hayamos incluido a día de hoy en el programa educativo. Ya son 71 los niños en clases preparatorias (coaching), de los cuales 40 van a empezar el curso escolar este mismo año. En dos semanas empieza el primer grupo de veinte, los que más en serio se han tomado, tanto ellos como sus padres las clases preparatorias, con una asistencia continuada y un aprendizaje que te deja boquiabierto para tan poco tiempo.

Por lo que se refiere al proyecto sanitario, hemos decidido que las visitas médicas a los niños y sus familiares tengan una frecuencia semanal para mejorar su seguimiento y facilitar el acceso al servicio. Una vez por semana pues, acompañamos al doctor a los chequeos médicos, y justo al día siguiente, realizamos la entrega de los medicamentos recetados.

Dado el resultado tan inmediato y esperanzador que está logrando el proyecto educativo en Sigra, nos vemos con la necesidad de disponer urgentemente de un local propio en esta zona. Con él, se podrá poner en marcha ya el proyecto nutricional para los niños y niñas, el proyecto educativo se verá complementado con actividades extraescolares, tan necesarias para este tipo de infancia, se pondrá la primera piedra del proyecto de microcréditos para las madres, etc. Y en eso estamos también, buscando un local a buen precio para alquilar, sólo falta negociar un poco más…





Trabajo de oficina, también. Hemos estado solicitando subvenciones para las convocatorias de este año y planificando los nuevos proyectos, haciendo un seguimiento de las visitas médicas y de los resultados de los tests de aprendizaje mensuales, entre otros.

Mientras, estamos realizando mejoras en la sede de Dashaswamedh, cosa en lo que Jordi es un plasta meticuloso, los obreros le odian, pero está quedando muy bien el nuevo aseo para los niños, la otra encimera de la cocina para prepararles mejor la comida y la adaptación del despacho en una de las habitaciones que tanta falta nos hacía.

Acción Directa

El próximo domingo 27 de marzo a las 13:00, TVE2 emite la segunda parte del programa Acción Directa con Semilla para el Cambio como una de las ONGs protagonistas. Para los que os perdisteis la primera entrega, la podéis ver online aquí:
Esperamos que os guste!

Y basta ya de información no? por ser nuestro primer post igual no hemos pasado, los siguientes no serán tan formales, prometido.

Nada más entonces, sólo mandar un abrazo muy fuerte de todo el equipo de Semilla para el Cambio.

fotos Sheila Ferrer

miércoles, 2 de marzo de 2011

Círculos


A veces la vida le sorprende a una. Nunca puede afirmarse algo como hecho definitivo. Llegué a la India con seis meses por delante, con una tarea que desde hacía mucho tiempo andaba por realizar. Varias circunstancias obstaculizaron mi trayectoria por un breve, aunque angustioso, tiempo. Pero regresé, por ellos y también por mí. Hoy, seguramente de manera temporal, se detiene mi presencia en Varanasi pasados seis meses, tan intensos como cortos, tan puros como ciertos.

Mentiría si dijera que hoy estoy contenta, pero también si colocara la tristeza de mi marcha en la cúspide de este capítulo. Como cualquier historia, todo empieza donde luego acaba, como un círculo. Me voy con la sensación de haber trazado esa línea orbicular, completándola, llenándola de aprendizaje, de esfuerzo, de vida.
Podría intentar resumir en unas líneas todo lo que he aprendido en este tiempo, pero sería solamente un breve esbozo de una inconmensurable lista de experiencias.

Me quedo con esas voces tiernas que dan los buenos días al llegar. Me llevo sus sonrisas, su entrega, su inocencia, su valentía. La madurez que asumen algunos sin ni siquiera ser conscientes. La melodía de sus risas, variopintas, auténticas. El esfuerzo, también la pereza y la picardía. Las repentinas ocurrencias, los mofletes salpicados con leche del desayuno, las camisetas puestas del revés; los pies descalzos, libres.

Semilla para el Cambio me abrió sus puertas con toda la confianza para trabajar en el desarrollo de su gran labor. Desde entonces y hasta siempre, mi agradecimiento será permanente. Gracias, María, por hacerlo posible.